Sus pinturas nacen del deseo de plasmar el realismo de la naturaleza, de los objetos, de los espacios, de los seres, de lo que éstos expresan, pero no el realismo plano sino la tridimensionalidad, la profundidad y la fuerza de los mismos.
Sandra Balaguera Marín es arquitecta de profesión y artista plástica de formación autodidacta. Empezó a explorar los caminos de las artes en septiembre de 2018, enfocando su trabajo en el manejo del paisajismo, tema que le ha caracterizado hasta el momento, haciendo de ésta área su forma de expresión más recurrente a través de la utilización de diferentes materiales como tela, lienzo, papel y yute y, la aplicación como técnica del acrílico, en general. Su trabajo está determinado por el empleo de texturas, de tonos y matices, de halos y/o veladuras que, a través de pinceladas como el puntillismo y del manejo magistral de los pliegues y de las sombras que resaltan las formas, sólidos y espacios dan como resultado la expresión de tridimensionalidad, de realismo y la manifestación misma de la luz. Referente a su pasión por la pintura la artista confiesa: “A través de ella puedo expresar lo que quiero y lo que siento... Lo que soy. Además, pintar me relaja, me inspira y me produce tranquilidad, paz y alegría”. Sus pinturas nacen del deseo de plasmar el realismo de la naturaleza, de los objetos, de los espacios, de los seres, de lo que éstos expresan, pero no el realismo plano sino la tridimensionalidad, la profundidad y la fuerza de los mismos. Su obra está presente...Se hace presente en el lugar. su pincelada es rítmica, colorida, viva. Y Su pintura se siente enérgica, se siente fuerte, se siente viva. Piensa que el ser artista ya habla en sí de la intensidad del ser; no importa si se trabaja todo el tiempo en ello o tan sólo unas horas. El artista siente con intensidad y busca manifestar eso mismo en su obra: expresa lo que piensa, expone lo que siente y vive. Cree firmemente que